Estaba lloviendo, pero no dudábamos en saltar sobre los charcos sin botas de agua; nos mojábamos bajo la lluvia, reíamos sin parar, a la vez que preguntábamos por Horacio… Y es que:
¿Le gustará más la lluvia o tirará más hacia el sol?
Aún no lo sabemos (aunque sé que ha sido visto en Granada y Tarifa…), pero nosotros disfrutábamos, estábamos totalmente empapados del espíritu #ViveAhora!
Nos secamos del agua con que fuimos recibidos a nuestra llegada a Bilbao; decidimos entonces coger fuerzas…
¿Unos pinchos o un buen chocolate caliente?
Había que diferenciarse de lo tradicional, así que nos fuimos a por el chocolate caliente, ¡el tiempo lo requería! Preguntamos a Nerea, la camarera que nos atendió gustosamente, y nos comentó que pasaba mucha gente por allí; estaría al tanto a partir de ese momento, y no dudaba que, si estaba Horacio en Bilbao, acabaría tomando un buen chocolate en Don Manuel! Porque… ¿quién no conoce Don Manuel?
Entonces recibimos una llamada… ¿¡Alguien tenía una pista!? Plan de cena y copas en su casa… ¿¡Cómo íbamos a negarnos!? Allí fuimos en en busca de pistas…
¿Qué mejor plan? Como buenos invitados, llevamos la botella de Ron Barceló, pues nunca falla!! 😉
De camino a la cena pasamos por el Guggenheim. Aun con todo lo que llovía conseguimos sacar foto, pero nuestros carteles de llamada a Horacio quedaron a buen recaudo mientras no mejorara el tiempo… Nuestras risas iban en aumento, a la par que la tormenta!
Entre las risas y las distintas pistas que nos dieron de sus movimientos, surgen las «peleas»: unos lo ven más como buen aficionado al arte, otros como amante de la naturaleza, y otros por tener un gran estómago… Bueno, en esto último coincidimos todos!
¡Que nunca falte en nuestros planes Ron Barceló!
¿Qué hacemos entonces? ¿Parque Casilda, Guggenheim o casco antiguo?
¿Dónde estará Horacio? Aquí seguimos buscando…