Las Aventuras del Viaje exprés: 1º Parte

Hola amigos! Hoy os traigo un post dedicado al viaje exprés en el que me aventuré a realizar la semana pasada. Va dedicado a todos aquellos que lo pidieron, y a todos aquellos que no tienen puente pero siguen sonriendo cada vez que me leen, y se van contagiando poco a poco del espíritu #ViveAhora.

Iremos por partes; había rumores de que en Bilbao podía encontrar a Horacio, así que, sin pensármelo dos veces, hice unas llamadas y la maleta preparé.

Iba con todo lo imprescindible para una aventura de este calibre: miles de carteles para empapelar la ciudad, una maleta ligera, pero de la que sobresalía el espíritu #ViveAhora, y la Botella de Ron Barceló.

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Para llegar hasta la T4 me decanté por el transporte público: es la mejor forma de conocer gente, contagiar y empapelar todo del espíritu #ViveAhora que me había llevado a este viaje, además de seguir pensando que en esta aventura «4 ojos ven más que 2»

RENFE

Una vez llegué al aeropuerto, empecé a empapelar todos los rincones en busca de Horacio…

Pantallas Aeropuerto

EmpapelandoT4

¡Incluso en el punto de información dejamos constancia de que le buscábamos!

Punto de información T4

Al pasar el control me arrebataron mi botella de Ron Barceló, que tan feliz llevaba y pensaba colar; gustosamente les dije que la disfrutaran y que deseaba que fuese un gran momento #ViveAhora para ellos (aunque no pudiera disfrutarlo yo también…).

Pero no sólo eso, me hicieron pasar por el scanner a Horacio… Cómo lo oís… ¡Aquí esta la prueba!

Horacio pasando el control

Pero bueno, esto no era más que el comienzo. Cuando pensaba que ya estaba en mi deseada terminal, me planto en las pantallas y veo que mi vuelo sale desde la T4 Sátelite…

T4sátelite Horacio

Corriendo a coger el trenecito; qué diversión y cuánta gente más para que disfrutaran conmigo de la aventura!

Trenecito a T4

¿ Habéis estado en la T4 Satelite? Supongo que sí, que sois muy viajeros… Pues como bien sabéis no hay nada interesante que cotillear en la espera, ni siquiera donde tomar un café. Pero mi espíritu de aventurera (para algunos culo inquieto) no me dejó quedarme en el sitio.

Estaba enfadada, no había conseguido burlar los controles y no tenia mi botella, así que recurrí a la única tienda que había en mi zona de la terminal. Y sí chicos ¡La compre!

Compra de Aeropuerto

Ya estaba preparada para coger el avión rumbo a Bilbao, la gran ciudad que me esperaba…

Pantallas a Bilbao con Horacio

Queda tanto que contar… Si queréis que siga ya sabéis, hacerlo saber… sólo deciros y avisaros que queda lo mejor…

CONTINUARÁ…

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