Ya en el AVE, de vuelta de la segunda aventura #BuscoAHoracio. esta vez por Málaga. Venimos más que enamorados y pensando en la siguiente visita al Sur… con algo de resaca por todo los momentos #ViveAhora que hemos vivido y que se merecen un post!
Pero como lo prometido es deuda, me toca escribir sobre la segunda parte del viaje en busca de Horacio, en Bilbao.
¡Espero no defraudaros! :p
Bilbao nos recibió con mucha agua, un día que quería presentarse triste y darnos miedo… ¡Pero no lo consiguió!
Como siempre que llueve, no llevaba botas de agua ni paraguas a mano, pero eso no me impidió disfrutar y preguntarme: ¿En que charco andará metido Horacio?
Después de deshacer la maleta, sacar el arsenal de herramientas, recibo la llamada… Sí, mis amigos me invitaban a tomar algo y a planear ruta para la búsqueda… La aventura cada vez tenía más forma, ya por lo menos «pintaba en copas» 😉
Aquello era como jugar al Risk, todos peleábamos porque nuestra estrategia a la hora elegir el sitio donde encontrar a Horacio, fuese la elegida. Unos le veían más alternativo, otros con gran gusto por la gastronomía vasca, otros deportista… imposible llegar a un acuerdo! En lo que coincidíamos todos era que esto de planear rutas con una botella de Ron Barceló era de lo más divertido, sobretodo cuando escuchábamos la tormenta desde el salón.
Por la mañana empezó nuestra ruta, tras la «pelea» de la noche anterior; por empezar a empapelar nos decidimos por el Guggenheim
Aquello era muy divertido, tanto que la Ertzaintza, tuvo unas palabras con nosotros… No les gustaba la idea de los carteles… Decidimos decantarnos por utilizar otras estrategias, pero que toda la ciudad supiese y nos ayudara en la búsqueda de Horacio.
Tras descansar y tomar unos pintxos por el Casco Viejo, propongo a Horacio vía Twitter tomar un Ron Barceló, me atrevo a invitarle incluso… Y a la espera me encontraba, cuando apareció Palo, qué alegría, una chica súper divertida que también estaba por Bilbao, pero por otros motivos, cuando vio el cartel, se acercó y me contó que ella también está participando, en el concurso. Sus amigos se unen a la espera de Horacio, ¡qué divertida es una espera acompañada!
AQUÍ MOLARÍA UNA FOTO DE LAS DOS, PERO HORACIO NO APARECIÓ PARA HACÉRNOSLA 😉
Mientras esperamos, hablo con Íker, un camarero que hace unos cócteles que son una pasada. Le pido que innove conmigo, que me sorprenda… Y este es el cóctel que me preparó. Riquísimo ¡gracias Íker!
Como bien sabéis Horacio no apareció, pero ganamos el conocer a Íker y a Palo
Después de estas horas increíbles en esta gran ciudad que me acogió como una más, toca volver a casa. Dejamos «tarea» a aquellos que se ofrecían a ayudar, como el kit que dejamos a Palo.
Al poco, Palo me mandó fotos de como siguió empapelando Bilbao
Mientras esperaba al bus, con morriña, ya que no me quería marchar, dejé un cartel con la dedicatoria para el más rápido.
Por fin llego al aeropuerto. Me toca lanzarme al vacío, vivir ese momento #ViveAhora que poca gente hace y mucha lo desea. Me acerco a megafonía, custodiada por 3 guardias civiles, pido que den última llamada a Horacio, se ríen y me dicen que no es posible, pero ¿sabéis qué? se quedan con cartel! Les contagié el espíritu #ViveAhora pero aún así imposible hacerme el favor… Mucha película americana creo que he visto…
Por lo menos me he ganado un amigo, voy custodiada por mi nuevo amigo Luis, uno de los 3 guardias civiles, hasta pasar el control. No sé si tiene «miedo» a que organice alguna o que quiere que le siga contando, pero lo importante es que me cuela 😉 es lo que tiene vivir este espíritu y contagiarlo, que hasta un guardia civil te cuela en la fila de control, me voy sintiendo tan VIP como cuando lo sea en la fiesta Desalia2013
Me deja Luis, tiene que volver… Y es cuando entro en la librería cómo conté, aparte de mi enfado, surge el reencuentro con el GRAN libro… (http://wp.me/p2VH5p-8P)
No tuve mucho más tiempo, sin darme cuenta estaba otra vez en el avión rumbo a Madrid. En el asiento de al lado como es costumbre, no me tocó a Horacio, ni al chico guapo… Pero me tocó una azafata de otra compañía de lo más divertida; se llamaba Elena. La pobre sólo quería descansar, ante la semana que se le presentaba de vuelos por Marsella, pero mala opción sentarse a mi lado y pretender que esté callada… No la dejé dormir, le conté mi aventura, alucinó, y llegó a pensar que lo del #ViveAhora era una secta; pero después de hablar durante el vuelo y mientras desembarcamos, Elena emocionada hace foto con el móvil al cartel y promete ayudarme en la búsqueda por Marsella.
Aunque no lo creamos el mundo esta lleno de personas buenas, con sentido del humor y espíritu #ViveAhora. Cómo muestra, además de todo lo escrito anteriormente, todas esas personas con las que me he cruzado en el viaje, está el recibimiento que tuve en barajas.
Y hasta aquí el primer viaje de BuscoAHoracio, espero que os haya gustado, que comentéis si os apetece y que os empapéis de ese espíritu #ViveAhora que gracias a Ron Barceló hace que uno se levante por la mañana y viva los días de otra manera!!
¡Os espero muy pronto!